A un jilguero

Veo un jilguero desde mi ventana.
Poca cosa, dirán algunos.
sólo un pájaro pequeño,
y sin importancia.
Pero su alma frágil es de luz
rutilante e inalcanzable,
y su débil aliento,
es el suspiro de la tierra misma.
El aire que lo sustenta es un lienzo,
y los colores de su plumaje,
su titilante pincel.
Y cuando vuela
va pintando una acuarela.